La existencia cotidiana y la vida trivial
Introducción
La filosofía ha sido durante siglos la disciplina encargada de cuestionar la realidad de las cosas y de las ideas que rodean al ser humano. Uno de los temas más recurrentes en la filosofía es la existencia, su naturaleza y su valor. En este artículo abordaremos el tema de la existencia cotidiana y la vida trivial, y cómo estos conceptos afectan nuestra percepción del mundo en el que vivimos.
La existencia cotidiana
La existencia cotidiana se refiere a la vida que llevamos en nuestro día a día, a los aspectos más mundanos y rutinarios de nuestra existencia. Levantarnos temprano, tomar un café, ir al trabajo, hacer las compras, ver televisión, dormir, son todas actividades cotidianas que forman parte de nuestra vida. Pero ¿qué significa estar presentes en esa realidad cotidiana? ¿Cómo influye en nuestra percepción de la realidad?
La existencia cotidiana es tan común y rutinaria que muchas veces no somos conscientes de ella. El hecho de estar inmersos en una rutina que se repite día tras día nos da la sensación de que el tiempo pasa más rápido y que nuestra vida carece de emoción o sorpresas. La cotidianidad nos lleva a la monotonía y a sentirnos desconectados de la vida misma.
Pero, ¿cómo podemos darle un sentido a nuestra existencia cotidiana? Una forma es a través de la reflexión y la consciencia de las actividades que realizamos en nuestro día a día. Tomar un café, por ejemplo, puede ser una actividad banal si lo hacemos mecánicamente, pero si le prestamos atención a su aroma, a su sabor, a la temperatura, podemos hacer de esta actividad cotidiana una experiencia única. La existencia cotidiana, por tanto, no tiene por qué ser aburrida si somos conscientes de nuestra presencia en ella.
La vida trivial
La vida trivial es aquella que se caracteriza por tener poco o ningún valor, importancia o interés. En otras palabras, es la vida vacía de significado. Muchas veces, la vida trivial es el resultado de no saber qué hacer con nuestra vida o de la falta de objetivos claros y definidos. El hecho de no tener una meta o un propósito bien definido puede llevarnos a caer en la trivialidad.
La vida trivial no es necesariamente mala, pero puede resultar frustrante y poco satisfactoria. La sensación de vacío y de insatisfacción pueden derivarse de la falta de sentido en nuestras acciones y decisiones. Vivir una vida trivial puede llevarnos a creer que nuestra existencia carece de sentido y que todo lo que hacemos es en vano.
Pero, ¿cómo podemos salir de la vida trivial? La respuesta es sabiendo qué es lo que queremos lograr en la vida y trabajando para alcanzarlo. Tener una meta clara nos da un propósito y un sentido de dirección en la vida. También podemos enfocarnos en actividades que nos apasionen y nos llenen de energía. La clave es encontrar aquello que le de valor a nuestra vida y enfocarnos en ello.
La relación entre la existencia cotidiana y la vida trivial
La existencia cotidiana puede llevarnos a la vida trivial si no somos conscientes de nuestro papel en ella. Cuando realizamos actividades de manera mecánica y sin prestar atención a su significado, es fácil caer en la trivialidad. Por otro lado, si sabemos cómo darle un sentido a nuestra cotidianidad, podemos evitar la trivialidad y hacer de nuestra vida cotidiana algo significativo.
Si bien la vida trivial puede ser una consecuencia de la existencia cotidiana, también puede ser la consecuencia de no saber cómo darle forma a nuestra vida. La falta de objetivos claros y definidos puede llevarnos a la trivialidad, independientemente de las actividades que realicemos en nuestra vida cotidiana. La clave, por tanto, es encontrar un equilibrio entre la reflexión y la acción, entre la consciencia de nuestra existencia cotidiana y el enfoque en nuestros objetivos.
Conclusión
La existencia cotidiana y la vida trivial son dos conceptos que pueden influir de manera significativa en nuestra vida. Si bien la cotidianidad puede llevarnos a la monotonía y a la falta de emoción, también puede ser una fuente de vida si somos conscientes de nuestra presencia en ella. Por otro lado, la vida trivial puede ser el resultado de la falta de propósito en la vida y de la falta de objetivos claros y definidos. La clave para una vida significativa es encontrar un equilibrio entre la reflexión y la acción, entre la consciencia de nuestra cotidianidad y el enfoque en nuestros objetivos.