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Cómo reconocer y combatir el pensamiento dogmático

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Introducción

La filosofía es una disciplina que busca entender y explicar aspectos fundamentales del mundo y de la vida humana. En el ámbito de la argumentación y el debate, la filosofía es esencial porque nos ayuda a comprender los argumentos que se presentan y a evaluar su validez. Sin embargo, a veces las personas caen en el error de mantener posturas dogmáticas, es decir, creencias que se afirman de manera inflexible y sin considerar otras perspectivas. En este artículo vamos a explorar cómo podemos reconocer y combatir el pensamiento dogmático.

¿Qué es el pensamiento dogmático?

El pensamiento dogmático es aquel que se aferra a una creencia o postura sin estar dispuesto a considerar otras perspectivas o a cambiar de opinión. El dogma se presenta como un conjunto de afirmaciones que se dan por verdades indiscutibles y, por tanto, no requieren de argumentación o evaluación crítica. De este modo, el dogmatismo se convierte en un obstáculo para el diálogo y la argumentación, ya que cualquier perspectiva que se aleje del dogma es rechazada de antemano.

Por qué el pensamiento dogmático es problemático

El pensamiento dogmático puede causar serios problemas en el ámbito de la argumentación y el debate, ya que impide la discusión abierta y sincera de ideas. Si una de las partes se aferra a un dogma, no estará abierta a considerar otras perspectivas, lo que puede llevar a una situación en la que no haya diálogo real ni posibilidad de llegar a un acuerdo. Además, el dogmatismo puede generar un clima de hostilidad y confrontación que dificulta aún más el diálogo. Por otro lado, el pensamiento dogmático puede tener implicaciones negativas en otros ámbitos de la vida. Si una persona está demasiado aferrada a sus creencias y no está dispuesta a considerar otras perspectivas, es posible que se cierre a nuevas experiencias y a oportunidades para el crecimiento personal. Además, el dogmatismo puede llevar a una mentalidad cerrada y conservadora que se resiste a los cambios y la innovación.

Cómo reconocer el pensamiento dogmático

Reconocer el pensamiento dogmático puede resultar difícil en algunos casos, ya que el dogmático se aferra tanto a su creencia que no está dispuesto a considerar otras perspectivas. Sin embargo, algunos indicios que podemos observar son:
  • El dogmático no busca argumentos ni evidencias para sostener su postura, sino que simplemente da por sentado que es verdad.
  • El dogmático rechaza cualquier argumento o perspectiva que se aleje de su dogma, sin considerar siquiera las posibilidades.
  • El dogmático está convencido de que su postura es la única verdadera y que no hay manera de demostrar lo contrario.
  • El dogmático en ocasiones utiliza argumentos ad hominem para desacreditar la postura de la otra persona, en lugar de argumentar de manera razonada.

Por qué caemos en el pensamiento dogmático

Puede resultar difícil comprender por qué las personas caen en el pensamiento dogmático. En general, esto suele ocurrir cuando alguien se siente muy seguro de su postura y no está dispuesto a evaluarla críticamente. El dogmatismo se convierte en una especie de muro de protección para el dogmático, que se siente más cómodo defendiendo su postura que considerando otras perspectivas. Además, el dogmatismo puede tener raíces emocionales. Por ejemplo, la postura dogmática puede tener una función de protección emocional, ya que mantenerse en un grupo que comparte la misma postura puede ser una forma de sentirse aceptado y seguro. De este modo, el dogma se convierte en una especie de "escudo emocional" que protege al dogmático de la posibilidad de la crítica y la confrontación.

Cómo combatir el pensamiento dogmático

Combatir el pensamiento dogmático no es fácil, pero es importante si queremos tener diálogos abiertos y productivos. Algunas estrategias que podemos utilizar son:
  • Ser conscientes de nuestras propias creencias y posturas, y estar dispuestos a evaluarlas críticamente.
  • Buscar información y argumentos que vayan en contra de nuestras posturas, y estar dispuestos a considerarlos objetivamente.
  • Escuchar y considerar seriamente otras perspectivas, incluso si no estamos de acuerdo con ellas.
  • Aprender a distinguir entre nuestros propios prejuicios y los argumentos racionales, y estar abiertos a cambiar de opinión si los argumentos lo justifican.
  • Estar dispuestos a reconocer y corregir nuestros propios errores.

Conclusión

El pensamiento dogmático es un obstáculo para el diálogo y la argumentación, y puede tener implicaciones negativas para otras áreas de la vida. Reconocer el pensamiento dogmático puede ser difícil, pero es importante si queremos tener un diálogo abierto y honesto. Afortunadamente, existen estrategias que podemos utilizar para combatir el dogmatismo y estar abiertos a nuevas perspectivas y posibilidades. Al desarrollar nuestro pensamiento crítico y ser conscientes de nuestros propios prejuicios, podemos aprender a dialogar de manera más productiva y enriquecedora.